Semana Santa en Chalatenango
Una pequeña ventana en la vida del Padre Tojeira —”Chema”, para muchos— fue para mí aquella Semana Santa en Chalatenango. Fue un vistazo que me confirmó lo que ya sabíamos: una actitud de vida coherente en sus distintas facetas como sacerdote, intelectual, educador, humano y salvadoreño de corazón.
Ya no me quedan muchos detalles de ese recuerdo, solo el sentimiento de profunda admiración hacia aquel que representó a la Iglesia en su expresión más humana y cercana.
Nos guiaba con el ejemplo y con palabras cargadas de sabiduría, siempre acompañado de su infaltable risa y de esa ironía que aludía a la pregunta evidente del tema en cuestión.